C.D. Fleta - 0 : U.D. Montecarlo - 1

Partido con dos caras bien distintas el que vivimos este sábado en el Nuevo Fleta (nuevo y es de los pocos que quedan de tierra), donde preveíamos un partido difícil por las condiciones del terreno de juego, y así fue en parte, aunque el Montecarlo fue bastante superior a su rival. 

La verdad es que llegué cuando ya se llevaban unos 20 minutos de juego, así que los mismos los cuento por referencias de padres y chicos. El primer tiempo fue de completa superioridad del Montecarlo que generó ocasiones suficientes como para haber sentenciado el encuentro con varios goles a su favor; continuas llegadas con dos postes incluidos, gol fantasma de nuevo, y otras ocasiones que la mala fortuna, el portero rival, el bote del balón o el desacierto de los jugadores rojillos, impidieron que se tradujeran en gol. Este llegó sobre el minuto 25, tras una buena combinación que rechaza el portero local (gran partido de este por cierto), y el posterior remate de un delantero rojillo que acompañaba la jugada. De ahí hasta el descanso continuas llegadas del Montecarlo y nada o casi nada de un Fleta que tan sólo se defendía. Pero el resultado era muy ajustado y la sorpresa podía saltar en cualquier jugada, así que la segunda mitad se prometía entretenida.

Comenzó la misma y el Montecarlo tuvo la primera que salvó la defensa del Fleta en la misma línea de gol; el partido se volvió tosco, el juego se difuminó y los de torrero perdieron poco a poco el dominio de la primera mitad, así se fue estirando el Fleta y aunque sin crear peligro, se iba acercando al área visitante. Poco juego pero resultado incierto fue la tónica del encuentro hasta el pitido final, contabilizando tan sólo una par de jugadas de peligro por cada bando pero que no hicieron que el marcador se moviera. Pasó apuros el Montecarlo más por la estrechez del marcador que por el peligro del rival, pero es lo que ocurre cuando no se cierra el partido después delas ocasiones del primer tiempo. 

En resumen, victoria justa de un Montecarlo que fue mejor que su rival pero que pasó más apuros de los necesarios por no cerrar el partido cuando pudo.

La puyita de alasan: Ya ha ocurrido en más de una ocasión que en los segundos tiempos se pierde el control de  partidos que aparentemente, se había dominado al rival de manera clara; tenemos un equipo con unas características muy definidas, con mucha presión desde arriba y un centro del campo bastante creativo, pero falto de "chicha" en relación sobre todo a equipos de segundo año. Por todo ello, mientras la delantera ejerce la presión suficiente, el rival pierde normalmente pronto la posesión del balón, por lo que nuestro centro del campo puede emplearse más en construir que en destruir, y ahí nos hacemos fuertes, dominamos al los rivales y generamos peligro de manera bastante regular. Cuando en algunas fases de los partidos, por diversas circunstancias del juego, se baja en la presión, la recuperación del balón se tiene que realizar desde más atrás, y ahí, el físico, el propio cansancio acumulado por los minutos de juego y la perdida del sitio, hacen que se le conceda al rival mayor posesión y los partidos se equilibren, aún siendo superiores a los rivales, como ocurrio este sábado. Ocurre que una vez hemos metido en el partido al rival, este se crece y luego nos cuesta revertir la situación. Habría que manejar con tiento estas situaciones para evitar en lo posible que los partidos se nos compliquen más de lo necesario.