U.D. Montecarlo – 1 : Marianistas – 3

Tan cerca, tan lejos. Así de injusto ha sido el fútbol esta tarde con los chicos de la U.D. Montecarlo, y es que durante casi 60 minutos han tenido controlado a su rival, superándolo en muchas fases del partido, llegando a ponerse por delante, y en 10 minutos fatídicos han visto como se les escapaba un partido, por causas que trataré de analizar.

Comenzaba el partido y el Montecarlo tenía muy claro el potencial de su rival de hoy, presionando en el centro del campo y no concediendo espacios a su delantero más peligroso. Poco a poco se hizo el equipo local con las riendas del partido, y aunque en esta primera mitad apenas hubo ocasiones para ningún equipo, fueron los locales los que daban sensación de más peligro y tuvieron un par de buenas aproximaciones que no culminaron por poco. En resumen, trabada y disputada primera mitad con ligero dominio local y nulo el equipo visitante en ataque.

La segunda mitad comenzó de manera similar pero el dominio local fue a más y así llegó el primer gol sobre el minuto 12 tras una buena bolea de su delantero que supera al portero colegial. Eran los mejores momentos de los locales que querían irse a por el partido y a poco lo consiguen unos minutos más tarde, pero el balón se marchó fuera por poco. Adelantaron líneas los visitantes en pos del empate y subieron a su central al centro del campo, pero sin generar peligro sobre el área local. Parecía que tenían los de torrero controlado el partido hasta que llegó la jugada del 1-1. Balón perdido en la medular que recupera precisamente su central reconvertido a centrocampista que suelta un disparo desde fuera del área introduciendo el esférico por la escuadra de la portería rojilla. 

Quedaban apenas 10 minutos pero este gol mató a los de torrero que apenas 3 minutos más tarde, con el equipo roto en mil pedazos, sufrió una contra del mejor delantero visitante y lo que no se le había permitido en todo el encuentro se le dejo hacer en esta ocasión, controlar y encarar en carrera; el resultado el 1-2. Aún lo intentó el Montecarlo pero ya sin ideas y sin fuerzas, y a un par de minutos del final, una nueva contra visitante supuso el 1-3 definitivo. Pudo ser peor si el colegiado hubiera señalado un claro penalty en una jugada anterior de Marianistas, pero ya hubiera sido demasiada crueldad.

Injusto y excesivo castigo el sufrido hoy por los chicos de la U.D. Montecarlo, pero que se puede llegar a entender si tenemos en cuenta la diferencia física que existe hoy en día entre ambos equipos, y que hizo que en los minutos finales el partido se decantase del lado visitante, en esos momentos donde el cansancio acrecienta esas diferencias. Hay más motivo, sin embargo y con la temporada casi terminada, debemos sentirnos contentos con la actuación de este equipo, que con sus limitaciones frente a equipos de segundo año, no ha sido inferior a ninguno en toda la competición (salvo el primer partido contra el Silos pero por otras causas), y desde luego en lo futbolístico ha sido mejor en la mayoría de los encuentros.

La puyita de alasan: Hoy hemos perdido un partido dando la cara durante 60 minutos y siendo mejores en casi todo el encuentro, y por ello debemos felicitarnos; sin embargo ha ocurrido un hecho que empaña el buen juego y deja en un segundo plano el resultado de hoy, hubiera sido el que fuera. Siempre he mantenido que lo más importante de este deporte es la idea de grupo, y que en ocasiones tendrás un equipo más completo o menos, pero es el equipo, con la aportación de todos sus miembros el que consigue los logros, cada jugador aportará lo que pueda y para ello está el entrenador regulando la participación de los chicos. Lo que no es de recibo, en ningún caso y menos cuando todo lo que está en juego es un peldaño en la clasificación final, es que se deje de convocar a un jugador del equipo para dar entrada a otro chico, que a pesar de reconocer su gran aportación, no ha participado el resto de la temporada. Creo que nos lo podíamos haber ahorrado y aunque el resultado deportivo hubiera sido peor, en el resultado desde el punto de vista de grupo hubiéramos ganado sin duda. A esto debo unir que ya que se había tomado la decisión de anteponer el resultado deportivo a cualquier otra consideración, no tiene sentido realizar ciertos cambios en el equipo cuando el partido aún estaba vivo y los que estaban en el terreno de juego lo estaban haciendo bastante bien. Dicho esto, no me cansaré de hacer hincapié del problema de ansiedad que tenemos en cuanto se nos pone el marcador desfavorable; nos empatan un partido a falta de 10 minutos, injusto resultado sin duda, y como siempre perdemos el norte y el sitio en el campo, nos vamos en desbandada hacia el ataque a no se que, olvidamos todo lo que habíamos hecho bien a lo largo del encuentro y el resultado ahí está. Quedaba tiempo para conservar el orden y al menos no dejar la imagen de desorden que se ha dejado al final.