U.D. Montecarlo - 6 : C.D. Oliver – 0

Justo y merecido triunfo de una U.D. Montecarlo que camina firme por la Copa Federación de 2ª Infantil, y que se fraguó en un segunda parte pletórica y llena de acierto en la que desarboló por completo a su rival de hoy que apenas inquietó la meta local.

Mención especial al intenso calor que sufrieron los chicos y lo inhumano que es jugar un partido a las 4 de la tarde con casi 40 grados de temperatura. 

Comenzó el partido y seguramente por el calor reinante y por la buena labor del equipo visitante, no hubo un dominador claro en esos primeros minutos, pero la gran calidad de loa delantera local sobró para fabricar un gol precioso a los 10 minutos de juego. El partido continuó sin dueño claro durante otros 10 minutos y sin ocasiones hasta que un chut lejano del Oliver obligó a intervenir al portero local.

A partir de ese momento los locales fueron inclinando la balanza y las llegadas fueron mayores de los rojillos que dispusieron antes del descanso de 3 buenas ocasiones para marcar, pero el desacierto local y el acierto del portero visitante lo impidieron, llegándose al descanso con un exiguo 1-0. 

La segunda parte fue bien distinta y pronto se vio que los de torrero salían más enchufados y sometían a su rival a una mayor presión lo que le impedía salir de su campo, y así a los 5 minutos de la reanudación llegó una preciosa jugada por el centro que habilitó a su delantero frente al portero siendo derribado por este cuando ya se disponía a marcar.

El penalti supuso el 2-0 y el hundimiento de la escasa resistencia blaugrana. Unos minutos más tarde llegaría el tercero y con él la sentencia definitiva, si es que no lo estaba ya. No habíamos llegado ni a la mitad de esta segunda parte cuando se produjo una falta en la frontal del equipo visitante, protestada por estos de forma airada (yo también creo que fue excesivo castigo), cuyo magistral lanzamiento supuso el 4-0. A estas alturas el rival estaba ya muy tocado y más pendiente de protestar todo al colegiado y de la grada, que de intentar contrarrestar la superioridad local.

Pese a todo, en el único acercamiento a la portería local, y en un más que probable fuera de juego, un jugador visitante cae en el área (el defensa rojillo afirma que tocó balón) y el colegiado señala el punto fatídico. Pero hoy no era la tarde del Oliver y el penalti es detenido por el portero local en una buena intervención. Aún hubo tiempo para el 6º en una jugada por la izquierda que terminó con el rechace del portero cayendo el balón a los pies de un delantero local que remato a placer, cerrando la cuenta goleadora de forma brillante. De ahí hasta el final ya casi nada ocurrió, por el camino quedaron varias ocasiones para los locales, como un lanzamiento al larguero de falta directa y alguna más, pero el marcador ya no se movería. 

Destacar una parte de la afición visitante que no paró de increpar al colegiado desde el comienzo del encuentro protestando todas y cada una de las decisiones que este tomó, lo que contagió y sacó de sus casillas a algunos jugadores que se dedicaron a protestar también, cargándose de tarjetas amarillas y estando más pendientes de la grada que del juego en si, e incluso cayendo en malos modos con sus rivales con patadas sin balón que no venían a cuento. 

Victoria sin paliativos de un Montecarlo que sigue en buena línea y ya espera a su nuevo rival de la siguiente eliminatoria de copa.
La puyita de alasan: La Copa sigue por buen camino y los chicos están cumpliendo con las expectativas creadas de llegar lejos en esta competición. Pero nada de esto será posible si pensamos que hemos logrado algo y salimos a los partidos como ayer, relajados y sin darlo todo desde el primer minuto. En una competición a partido único como esta la reacción es siempre muy complicada y si se tuerce un partido en los primeros minutos será difícil darle la vuelta. El calor no debe ser la única escusa; más calor y cansancio debería de haber en la segunda mitad y se salio de otra manera. Hay que ir partido a partido pensando que cada uno es la final y el rival nos va a exigir el máximo y entonces, con la intensidad adecuada y la calidad que tenemos seguro que daremos lo mejor de nosotros mismos y podremos solventar los obstáculos que se nos presenten.